«El mundo de los sacerdotes es misterioso»

14 abril 2011
Liana Marabini está especializada en filmar películas sobre clérigos

Este verano terminará de rodar en Oxford su película sobre el cardenal Newman, y ya ha rodado varios largometrajes centrados en sacerdotes: el compositor y sacerdote Vivaldi, «el cura rojo», que tenía una escuela-orquesta de chicas huérfanas; el monje Mendel, padre de la genética moderna; Ignacio de Loyola, Pío V, Sixto IV y la Capilla Sixtina…

Historiadora, guionista y directora, Marabini ha filmado sobre clérigos como el músico Vivaldi o el monje Mendel, padre de la ciencia genética.

Todos ellos han desfilado en la filmografía de Liana Marabini, historiadora, directora y guionista que se mueve en la industria del cine italiano como pez en el agua y ha presentado su proyecto sobre Newman en EncuentroMadrid. «Para contar todas estas historias de sacerdotes has de conocer bien su mundo, que es oculto, escondido, con problemas y tabús distintos a los nuestros», explica Liana.

Ella los conoce bien porque desde hace años dirige un apostolado especializado en llegar a curas que se han alejado de la Iglesia. «Algunos se distanciaron por dudas, o por problemas anímicos, o depresiones, o frustrados por la falta de ayuda de los laicos… yo trabajo con ellos, he tratado a 36, comentamos libros, les animo y van regularizando su relación con la Iglesia», afirma esta cineasta, enamorada de los sacerdotes.

«Son muy especiales, conozco sus almas, sus problemas y es algo hermoso para mostrar». Marabini viene de una familia rumana greco-ortodoxa, tradición en la que hay clero casado, pero ella asume con entusiasmo el catolicismo y la espiritualidad del clero célibe: «Dios llama al sacerdote, le da la vocación y si tiene vida de oración nunca se sentirá solo o abandonado».

El personaje del cardenal Newman, recientemente beatificado por Benedicto XVI en Inglaterra, le permite abordar la época victoriana: «es un tiempo que hoy nos parece hermoso pero en el que los católicos estaban muy mal vistos. En mi película uso muchos objetos reales de la época, tejidos del siglo XIX, y los diálogos son en gran parte textos reales de Newman». Marabini desdeña los «bulos» que sugieren que Newman era homosexual. «Ya en vida se rumoreó, porque vivía con el padre Ambrose, pero es falso.

Tenían una relación de amistad espiritual, algo frecuente entre consagrados, que muchos laicos no entienden, una amistad basada en la perfecta verdad. Además, Newman, siendo aún clérigo anglicano, renunció a casarse. De hecho, afirma que a los 16 años dejó de bailar con chicas por el sufrimiento y las tentaciones que le causaba. Tenía presencia, un carisma para las palabras, y la gente quería ser como él». Después de este proyecto va a participar en una ambiciosa película sobre la batalla de Lepanto: «estamos construyendo una galera en Malta», explica satisfecha.

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